martes, 10 de noviembre de 2020

LA PRENSA Y LA RADIO SE HACEN ECO DEL ILUSTRE GUINALDÉS DOMINGO SÁNCHEZ Y SÁNCHEZ

El día 19 de septiembre se publica un artículo en el suplemento Materia del diario El País sobre la Autobiografía "Historia vulgar algo novelesca de un naturalista médico español", en la que Domingo Sánchez hace un repaso a su biografía, haciendo especial hincapié a los avatares que vivió durante su estancia en Filipinas como colector zoológico.


https://elpais.com/ciencia/2020-09-18/el-explorador-que-profanaba-tumbas-en-nombre-de-la-ciencia.html

Unos días después, el 28 de septiembre, La Gaceta de Salamanca sigue la estela de la publicación anterior realizando un breve reportaje.


https://www.lagacetadesalamanca.es/provincia/la-historia-del-investigador-salmantino-que-vivio-el-saqueo-de-tumbas-en-filipinas-DH4768995

El eco de la historia de D. Domingo llega también a la radio y el día 4 de octubre se emite una entrevista en directo en la Cadena COPE con José María Andrés y Mercedes Sánchez, sobrina nieta que conserva recuerdos de sus estancias veraniegas en el pueblo, así como bastantes objetos que le pertenecieron.

https://www.cope.es/programas/fin-de-semana/audios/domingo-sanchez-gran-explorador-espanol-que-desvelo-los-secretos-filipinas-20201004_1231586

lunes, 19 de octubre de 2020

Memoria de las exploraciones y excavaciones en Irueña

La Asociación ha conseguido una copia de la Memoria de las excavaciones que realizó D. Domingo Sánchez en Irueña y lo hemos transcrito para que pueda leerse con facilidad. Lo ponemos a disposición de quienes tengáis interés por conocer las explicaciones de nuestro ilustre paisano.

EXPLORACIONES Y EXCAVACIONES EN IRUEÑA. AÑOS 1933 Y 1934, realizadas por Domingo Sánchez y Sánchez

(Haz clic en el título o la imagen)

jueves, 1 de octubre de 2020

VENTA ON LINE DE LA AUTOBIOGRAFÍA DE D. DOMINGO SÁNCHEZ

(ENVÍOS A LA PENÍNSULA)

Para el envío de la Autobiografía de Domingo Sánchez "Historia vulgar algo novelesca de un naturalista médico español" es necesario hacer una transferencia a la cuenta de UNICAJA BANCO número ES02 2103 2219 8000 1000 0645 por el importe de 33,00€ (25,00 del libro más 8,00 de gastos de envío), indicando en el concepto Autobiografía.

Una vez realizada la transferencia nos deben enviar a este email (guinaldo.romano@gmail.com) los siguientes datos:

  • Nombre y apellidos o Razón social
  • DNI / CIF (para factura)
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El envío se hace a través de Correos con entrega en el domicilio.

miércoles, 15 de julio de 2020

Biografía por el profesor J. M. Ortiz

Biografía: Francisco DE LAS BARRAS Y DE ARAGÓN. Los últimos escritores de Indias.
Boletín Real Sociedad Geográfica Española 1949;85(7-9): pág. 404-410
SÁNCHEZ Y SÁNCHEZ (D. DOMINGO): Nació el 1º de noviembre de 1860 en Fuenteguinaldo (Salamanca). Existe retrato en el Museo Etnológico Nacional. También aparecieron retratos en Bibliografía Médica Quirúrgica (10 de mayo de 1930); ABC (26 de marzo de 1944; Blanco y Negro (27 de septiembre de 1920); Unión Patriótica (1 de noviembre de 1928), y otras varias.
En su poder, y por tanto, de su familia, había un busto-retrato. Procede de familia de modestos labradores y pasó en las faenas del campo sus primeros años, empezando a estudiar a los quince años de edad, bajo la dirección del párroco del pueblo, D. José Rodón Morante, pasando luego, al morir éste, al Seminario de Salamanca (en otros documentos pone de Ciudad Rodrigo). Era buen estudiante, pero sin vocación para el sacerdocio y con genio poco sumiso. Según le oímos contar, su salida del Seminario se realizó bajando la escalera rodando, peleándose con un compañero, y disponiendo el Rector, al ver lo ocurrido, que siguieran para la calle.
Incorporados los estudios del Seminario a los del Bachillerato, continuó el grado en el Instituto de Salamanca y poco después en el de Ávila, donde se graduó en junio de 1881, obteniendo el título por oposición como premio extraordinario.
En Madrid cursó la carrera de Ciencias Naturales, que terminó en junio de 1885.
Filipinas. —En mayo de ese mismo año había sido nombrado Auxiliar zoológico de la Comisión de la Flora de Filipinas, organismo afecto a la Inspección General de Montes de aquel archipiélago. Aceptó el nombramiento a condición de que le dieran prórroga para terminar la carrera, y habiéndosela concedido y terminado, embarcó en Barcelona en 1º de agosto de dicho año de 1885. En febrero de 1886 quedó cesante por supresión de la plaza, pero cuando se disponía a regresar a la Península fue nombrado para recolectar, ordenar y clasificar los objetos destinados a la Exposición General de Filipinas que había de celebrarse en 1887. Encargad en especial de las colecciones zoológicas, vino a la Península y estuvo dedicado a su instalación y catalogación mientras duró aquel certamen, habiendo sido agraciado con la Encomienda de número de Isabel la Católica, libre de gastos, por estos trabajos.
En este tiempo de su residencia en Madrid aprobó las asignaturas del Doctorado en Ciencias Naturales.
En el mismo año de 1887 se creó una plaza de Colector zoológico en la Inspección de Montes de Filipinas, dándosele posesión de R. O. en Madrid hasta que se terminó la Exposición, y quedaron los objetos instalados en el Museo Biblioteca de Ultramar, que acababa de crearse.
Entonces regresó a Filipinas al desempeño de su cargo, llevando además la comisión oficial de entregar los premios adjudicados a los expositores residentes en aquel archipiélago.
No tenemos datos de sus excursiones en la primera etapa de su residencia en Filipinas. De esta segunda podemos dar algunos interesantes detalles, proporcionados por él mismo.
Su primera excursión fue a la provincia de Bataan, permaneciendo más de ocho días en una ranchería de negritos en la falda oriental de la montaña de Mariveles. A pesar de la mala fama que se daba a estos naturales, recibió de ellos todas las deferencias y consideraciones de que eran capaces, lo cual le permitió tomar muchos datos sobre sus usos, costumbres, creencias, etc.
Esta excursión fue interrumpida por la orden de regresar a Manila con urgencia para estudiar una plaga que amenazaba destruir los cafetales. El resultado del estudio fue su Memoria sobre un insecto enemigo de los cafetos, que se publicó; luego fue premiado en la Exposición Provincial de Batangas de 1891. Por entonces tuvo lugar un ataque de viruelas hemorrágicas, de que llegaron a darlo por muerto.
Una vez restablecido realizó una excursión a las islas de Paragua y Balabac, visitando varios destacamentos, misiones y rancherías. En una de éstas, situada cerca de Puerto Princesa (capital de la isla de Paragua, donde permaneció varios días cazando), con objeto de obtener material antropológico, logró sustraer del cementerio cráneos, esqueletos y sarcófagos enteros, hecho que, como es natural, debió excitar el odio de aquellos indígenas.
Él lo realizó con gran sigilo, pero debió ser notado, porque a la noche siguiente fue incendiada la choza donde se albergaba, esperando que estuviera durmiendo, pero él, oportunamente, se había marchado con sus servidores.
En una de sus excursiones en la isla de Mindoro, hecha para cazar tamaraos (búfalos salvajes muy feroces, exclusivos de aquella isla), encontró a dos naturalistas norteamericanos, que se mostraron muy sorprendidos y le dijeron que era la primera vez que llegaba adonde ellos estaban cazando un naturalista español. Él les contestó que algunas veces los españoles llegan hasta donde llegan los extranjeros. Pocos días después, en Calapán, capital de la isla, los volvió a ver, y les expuso su propósito de ir a cazar tamaraos a un lugar muy poco explorado al Sur de la isla. Ellos le dijeron que era irrealizable por los peligros de la navegación que tenía que hacer y de las gentes del país. Él se lanzó a la excursión, y al regresar les dijo que los españoles van a todas partes. Durante esta excursión corrió en Calapán la noticia de que había sido asesinado un español en uno de los lugares por donde tenía que pasar, y el párroco de Calapán aplicó la misa por su alma varios días. Su regreso causó una gran sorpresa y pudo referir que mientras lo creían víctima de los bandidos había estado en los bosques del interior durante catorce días, acompañado de seis individuos de una de las cuadrillas de bandoleros, con los que vivió en la mejor armonía.
En otra excursión visitó varias rancherías de igorrotes de las montañas del Norte de Luzón, en una de las cuales, la de Balili, situada en la falda oriental del monte Datá, cuyos habitantes tienen fama de feroces, logró que ellos mismos le mostraran sus depósitos de cadáveres, que no enterraban. Él logró recoger ocho cráneos, y para evitar la venganza si se apercibían, con un fútil pretexto se marchó rápidamente.
En sus correrías por el archipiélago durante los catorce años que permaneció allí logró reunir ricas colecciones de todos los grupos zoológicos, en las que figuraban la mayoría de las especies de vertebrados y muchas de otros grupos zoológicos. Entre ellos, acaso ninguna tan interesante como la de los tamaraos a que ya hemos aludido; también algunos galeopíteros y una serpiente pitón de más de ocho metros de larga. Parte de las colecciones vinieron a los Museos de Ciencias Naturales y de Antropología de Madrid; pero la mayor parte tuvo un fin lamentable.
Una de las obras más importante de Sánchez en Filipinas fue la formación de un Museo de Historia Natural, y éste, en la noche del 26 de septiembre de 1897, estando ya sitiada la ciudad, fue destruido por un incendio, no salvándose nada.
En 1896 vino a la Península con licencia, y aprovechó para presentar en la Universidad de Madrid su Memoria de doctorado, titulada Los mamíferos de Filipinas, que obtuvo nota de sobresaliente y se publicó en los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural, en los años 1898 y 1900. También se casó.
Durante muchos años fue Vocal naturalista de la Junta Provincial de Pesca de Manila y profesor de la Escuela de Artes y Oficios de la misma ciudad. También en 1894, para dar mayor solidez a sus estudios antropológicos, se matriculó en Anatomía en la Facultad de Medicina de Manila, pero esto despertó su afición y empezó a seguir la carrera de Medicina, de la que tenía tres cursos aprobados y estudiaba el cuarto al perderse las Filipinas.
En diciembre de 1896 regresó a Filipinas con la familia, cuando ya se había desencadenado la última insurrección. Durante ella se incorporó al Ejército, siendo primero Sargento y luego Teniente en la Guerrilla de San Miguel, formada en Manila con personal adscrito a la Dirección de Administración Civil. Ocurrida la pérdida de las colonias se repatrió con los demás elementos oficiales, embarcando en Manila el 17 de enero de 1898 y desembarcando en Barcelona el 13 de febrero del mismo año.
En la Península. —Apenas  llegado a España y dejando la familia en su pueblo, se trasladó a Madrid, y en mayo del año siguiente de 1899 obtuvo por oposición la plaza de Ayudante del Museo de Ciencias Naturales.
Por entonces estaba vacante la Cátedra de Organografía y Fisiología animal de la Facultad de Ciencias, y con objeto de hacer una concienzuda preparación, se aproximó al eminente Cajal, quien lo autorizó a trabajar en su laboratorio. No sospechaba Sánchez que con esto iniciaba la etapa más importante de su vida científica.
El 2 de julio de 1900 se licenció en Medicina. En el curso de 1900 a 1901 aprobó las asignaturas del doctorado en Medicina, y en 1902 fue nombrado Auxiliar honorario del laboratorio de Fisiología de la Facultad de Medicina; pero Cajal, que había descubierto en él condiciones excepcionales para la técnica micrográfica, le dio un puesto en su laboratorio de investigaciones biológicas, para que, según le dijo “pudiera trabajar con más holgura y comodidad”.
En tanto, había hecho las oposiciones a la Cátedra de Organografía y Fisiología animal, que no obtuvo. Suponemos que el tribunal creyó obrar en justicia.
En junio del mismo año de 1902, presentó su tesis doctoral en Medicina, con el título Concepto fundamental de las menstruaciones, que obtuvo nota de sobresaliente y fue publicada en La Correspondencia Médica, en los años 1904-1905.
En el mismo año de 1902 fue nombrado Conservador del Museo de Ciencias Naturales, con lo cual pasó a ser también Auxiliar de la Facultad de Ciencias, siendo destinado a las Cátedras de Zoografía, Psicología Experimental y Antropología, como Conservador, cargo que desempeñó hasta su jubilación. En el Museo, que, al constituirse como tal, recibió las colecciones del suprimido Museo de Ultramar, realizó Sánchez una obra meritísima e insustituible, instalando en el local del que fue Museo Velasco aquellas colecciones que él había formado años antes y que nadie más que él podía clasificar y ordenar, llenando las deficiencias de las muchas etiquetas que se habían perdido. En el Museo siguió prestando sus servicios hasta su jubilación en 1931.
En 1905, como profesor repatriado, fue nombrado profesor numerario de la Escuela Superior de Artes y Oficios de Madrid, y reformas sucesivas lo llevaron al grupo llamado Escuela Industrial, llamada luego Escuela Superior del Trabajo, en la que continuó hasta su jubilación en 1931.
Al reorganizar Cajal su Laboratorio de Investigaciones biológicas le honró nombrándole en enero de 1907 ayudante dibujante de dicho centro, en cuyo cargo pasó al Instituto Cajal en 1º de abril de 1920, y en él continuó hasta su muerte en 1947, porque el sabio maestro, considerando indispensables sus servicios, obtuvo una orden ministerial, dictada mediante acuerdo del Consejo de Ministros en 18 de mayo de 1931, para que no fuera jubilado, a pesar de tener la edad. Su misión principal en el establecimiento ha sido y es la Neurología de los invertebrados.
Al fallecimiento de Cajal pasó a ocupar la plaza de Ayudante primero y Subdirector, y últimamente, al crearse el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, fue nombrado profesor adjunto del Instituto “Santiago Ramón y Cajal”, dependiente del Patronato del mismo nombre y encargado de los mismos estudios.
Últimamente, en 1944, recibió diferentes y justísimas distinciones honoríficas y homenajes haciendo justicia a sus méritos.
Como vemos, la vida de Sánchez tiene dos etapas: La primera, de naturalista, explorador y colector en Filipinas, que culminó en la Exposición de Filipinas y en el Museo que ardió en Manila, y que no desmerece en nada de Juan Cuéllar, enviado en el siglo XVIII, único que en aquel siglo fue nombrado, así como Sánchez fue el único del siglo XIX.
La segunda etapa corresponde fundamentalmente a las investigaciones histológicas, en que inventó nuevos métodos técnicos e hozo verdaderos descubrimientos, siendo uno de los discípulos más aventajados de Cajal y el que más se identificó con el espíritu y la personalidad del maestro. Aquí culmina la segunda etapa de su vida.
No hay que olvidar, sin embargo, que, como naturalista, en general, y como antropólogo, en particular, ocupó siempre un lugar muy distinguido.
Murió en Madrid el 4 de enero de 1947, en el piso principal de la casa número 98 de la calle de Atocha, donde vivía con su familia desde que llegó repatriado de filipinas en 1898.
Si tratamos de las publicaciones de D. Domingo Sánchez nos encontramos con un número reducido referente a Filipinas y un número muy grande de los trabajos hechos en el Laboratorio de Investigaciones biológicas (Instituto Cajal). En las publicaciones de este centro está la gran labor de investigación científica referente al sistema nervioso, que realizó durante la mayor parte de su vida. De ella no hemos de decir nada, por estar fuera de nuestro onjeto. De lo referente a Filipinas, tenemos:
“Memoria sobre un insecto enemigo de los cafetos” (con dos láminas). —Manila, 1890.
“Los mamíferos de Filipinas”. Tesis para aspirar al grado de Doctor en Ciencias Naturales. —Anales de la Sociedad Española de Historia Natural, t. XXVII (1898) y XXIX (1900).


“Un cráneo humano prehistórico de Manila (Filipinas)” (con cuatro láminas). —Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural, t. IX; Memoria 5ª; 1921.

martes, 20 de marzo de 2018

En defensa de los portugueses

Carta de D. Domingo Sánchez publicada en La Iberia, semanario de Ciudad Rodrigo, el 1 de septiembre de 1916.

Desde Fuenteguinaldo
Sr. Director de La Iberia.

Mi estimado amigo: He visto en los números 695 y 697 del semanario que Vd. tan acertadamente dirige, los artículos publicados por F. Sallinac, bajo el título "Portugal y España" en los cuales el autor pretende demostrar que "Portugal odia a España".

No es mi proposito discutir los argumentos empleados por el articulista para lograr su objetivo ni los motivos que le hayan impulsado a acometer tan extraña y aventurada empresa. Mas como entre otras varias afirmaciones, hace la de que "no habrá español que haya pisado el territorio de la nación vecina que no haya sido objeto de vejaciones y ultrajes", me creo en el deber de rectificar públicamente semajante aseveración que estimo completamente infundada y ofensiva para los portugueses y aun para los españoles.

Sólo una vez he estado en Portugal, (en julio del pasado año), llegué a Figueira da Foz, donde a nadie conocía y de nadie era conocido, y, sin embargo, fui objeto, como lo fue toda mi familia, desde los primeros instantes, de las mayores y más delicadas atenciones, que me fueron prodigadas, aunque inmerecidamente, por personas de todas las clases sociales de aquella culta ciudad. Y no vaya a creerse que la conducta seguida conmigo por los portugueses fuese excepcional. No; sino que es la norma general. Ninguna de las muchas personas de la numerosa colonia española allí residente, me manifestó jamás tener ni haber tenido el más leve motivo de queja de los habitantes de aquella población. Análogas afirmaciones puedo hacer respecto a Espinho, a cuya playa ha concurrido mi familia en varias ocasiones y nunca oí a ninguno de los muchísimos visitantes de la vecina República lamentarse de haber sido víctima de vejaciones y ultrajes; antes por el contrario, hemos sido siempre tratados con extremada cortesía y aun a veces con verdadero cariño.

No hay, por tanto, el odio de Portugal a España de que se habla en los citados artículos. Los portugueses no han desmentido la proverbial hidalguía y caballerosidad que siempre han ostentado, a mi modo de ver, con verdadera justificación.

Asi, pues, le ruego tenga la bondad de insertar en su ilustrado periódico esta modesta y espontánea manifestación que estimo necesaria y de estricta justicia, y con ella el público testimonio de mi sincera gratitud hacia Portugal, donde tantas pruebas de afecto y consideración he recibido.

Favor que siempre le agradecerá su atento y S.S.q.e.s.m.

Doctor Domingo Sánchez
Fuenteguinaldo 31 de agosto de 1916.

martes, 28 de marzo de 2017

Necrológica de D. Domingo y lista de sus trabajos

Necrológica de D. Domingo Sánchez y Sánchez y lista de sus trabajos, que se publicó en Trabajos del Instituto Cajal de Investigaciones biológicas. Tomo XXXIX (XLIV de la “Revista trimestral micrográfica”, fundada por S. Ramón y Cajal). Madrid, 1947.

 
El 4 de enero de este año 1947, a los ochenta y seis años de una vida notoriamente laboriosa y fructífera, modelo de voluntad, murió D. Domingo Sánchez y Sánchez, y con ello perdió el Instituto Cajal un valioso colaborador, y todos, un querido compañero.

Nacido en Fuenteguinaldo (Salamanca), de modestos labradores, compartiendo las labores del campo, recibió la instrucción primaria y comenzó la secundaria con el párroco. A los veintiún años, se hizo bachiller en Ávila, obteniendo el premio extraordinario y emprendió la carrera de Ciencias Naturales, que terminó en 1885, cuando tenía veinticinco años, marchando inmediatamente a Filipinas, como Auxiliar y Colector zoológico.

A los nueve años de su estancia allí, inició sus estudios de Medicina, que interrumpió por la pérdida de aquel archipiélago, terminándola en Madrid en 1900, cuando contaba cuarenta años.

Iniciado en las técnicas histológicas corrientes en el Laboratorio de Histología de la Facultad de Medicina de Madrid, en los últimos años del pasado siglo XIX, fue acogido por CAJAL en el Laboratorio de Investigaciones Biológicas al poco tiempo de su fundación, y en él se dedicó —por designio del maestro y bajo su dirección— al estudio del sistema nervioso de los invertebrados, de una manera ininterrumpida hasta su fallecimiento.

Además del gran estudio sobre la retina y los centros ópticos de los insectos que, colaborando con CAJAL, apareció en 1915, sus contribuciones al conocimiento del sistema nervioso de los invertebrados son numerosas, valiosísimas y apreciadas por cuantos se ocupan en el mundo de estas cuestiones. Destacan sus monografías sobre el sistema nervioso de los hirudíneos; sobre la histólisis de los centros nerviosos de los insectos durante la metamorfosis; sobre la histogénesis de la retina de los centros nerviosos en estos animales, así como sobre el origen y evolución de algunos elementos de la neuroglia. Otras estructuras de los invertebrados también fueron esclarecidas por sus observaciones, tales como los conductos intraprotoplásmicos de las células intestinales de algunos isópodos, la red de CAJAL-FUSARI de las fibras musculares de los ganglios linfáticos de los hirudíneos.

Como naturalista, cultivó especialmente la Antropología, siendo varios los trabajos publicados en la Revista de la Sociedad Española de Antropología, de la que fue bibliotecario desde 1921 a 1927, Secretario desde 1927 a 1934 y Secretario honorario hasta 1941.

Además ejerció con amor la profesión de médico y enseñó Física como profesor numerario en la Escuela Superior de Artes e Industrias, más tarde Escuela Superior del Trabajo, de Madrid.

Su amor a la ciencia y su férrea voluntad le hicieron vencer las circunstancias que durante toda su vida ponían trabas a su decidida vocación y, con paciencia y laboriosidad ejemplares, supo contribuir espléndidamente al esclarecimiento de la estructura del sistema nervioso de los invertebrados, manejando con pericia técnicas de gran dificultad.

FRANCISCO TELLO

LISTA DE TRABAJOS PUBLICADOS POR DON DOMINGO SÁNCHEZ SÁNCHEZ

  1. Memoria sobre un insecto enemigo de los cafetos. (Informe oficial) Manila, 1890.
  2. “Los mamíferos de Filipinas”. Tesis para aspirar al grado de Doctor en Ciencias Naturales. Anal. Soc. Esp. Hist. Nat., 1898 y 1900.
  3. “Nota sobre el divertículo de la bolsa copulatriz o vesícula seminal del Halix aspersa Müll. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat., 1901.
  4. “Concepto fisiológico de la menstruación”. Tesis para aspirar al grado de Doctor en Medicina. La Otorrinolaringología Española, 1902.
  5. “Un sistema de finísimos conductos intraprotoplásmicos hallados en las células del intestino de algunos isópodos”. Trab. Lab. Invest. Biol., 1904
  6. “Concepto fundamental de la menstruación”. La Correspondencia Médica, 1904-1905.
  7. “Contribución al estudio de los aparatos tubulares endocelulares de los invertebrados”. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat., 1904.
  8. “L’appareil reticulaire CAJAL-FUSARI des muscles striés”. Trab. Lab. Inv. Biol., 1907.
  9. “El Laboratorio biológico marino de Baleares y su inauguración”. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat., 1908.
  10. “El método de CAJAL en el sistema nervioso de los invertebrados”. Asoc. Esp. Progreso Ciencias. Congreso de Zaragoza, 1908.
  11. “El sistema nervioso de los hirudíneos”. Parte I. Trab. Lab. Invest. Biol., 1909.
  12. “Sobre los ganglios linfáticos de los hirudíneos”. Bol. Soc. Esp. Biol., 1911.
  13. “El sistema nervioso de los hirudíneos”. Parte II. Trab. Lab. Invest. Biol., 1912.
  14. “Consideraciones críticas sobre el estado actual de la Antropometría”. Mem. Soc. Esp. Hist. Nat., 1913.
  15. “Sobre la estructura íntima de la fibra muscular de los invertebrados”. Trab. Lab. Invest. Biol., 1913.
  16. “Sobre las terminaciones nerviosas motrices de los insectos”. Trab. Lab. Invest. Biol., 1913.
  17. “Sobre la revelación y fijación de huellas dactilares invisibles”. Bol. Soc. Esp. Biol., 1913.
  18. “Resumen de un curso de Antropología criminal”. Rev. De Med. Y Cir. Prácticas, 1916.
  19. “Datos para el conocimiento histogénico de los centros ópticos de los insectos. Evolución de algunos elementos retinianos del Pieris Brassilicae L. Trab. Lab. Invest. Biol., 1916.
  20. “Sobre ciertos elementos aisladores de la retina periférica del Pieris Brassicae L.”. Trab. Lab. Invest. Biol., 1918.
  21. “Sobre el desarrollo de los elementos nerviosos de la retina periférica del Pieris Brassicae L.”. Trab. Lab. Invest. Biol., 1919.
  22. “Sobre la existencia de un aparato táctil en los ojos compuestos de las abejas”. Trab. Lab. Invest. Biol., 1920.
  23. “Sobre el artículo “La obra de CAJAL y el descubrimiento de LECHA-MARZO””. Bol. Lab. Plasmogenia de La Habana (Cuba), 1920.
  24. “Sobre la evolución de las neuronas retinianas en los lepidópteros”. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat., 1921.
  25. “Un cráneo humano prehistórico de Manila (Filipinas)”. Mem. Soc. Esp. Hist. Nat., 1921.
  26. “Sobre el uso de utensilios de piedra en España en el siglo XX”. Actas y Mem. Soc. Esp. Antrop. Etnograf. y Prehist., 1922.
  27. “Investigaciones sobre la histólisis de los centros nerviosos de algunos insectos y su influencia en la metamorfosis”. Libro en honor de don SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL, 1922.
  28. “Los esqueletos yacentes del Museo Antropológico. Un nuevo sistema de montaje de esqueletos”. Ac. y Mem. Soc. Esp. Antrop. Etn. y Prehist., 1923.
  29. “Las dos clases de neuronas fotosensibles de los ojos compuestos de los insectos y sus probables funciones”. Arch. Neurobiol., 1922.
  30. “Action spécifique des bâtonnets rétiniens des insectes”. Trav. Lab. Rech. Biol., 1923.
  31. L’histolyse dans les centres nerveux des insectes. Trav. Lab. Rech. Biol., 1923.
  32. “Influence de l’histolyse des centres nerveux des insectes aux métamorphoses. Trav. Lab. Rech. Biol., 1924.
  33. “El descubrimiento de la histólisis en los centros nerviosos de los insectos”. Arch. Neurobiol., 1924.
  34. “Influencia de la histólisis de los centros nerviosos de los insectos”. Arch. Neurobiol., 1925.
  35. “L’histogenèse dans les centres nerveux des insectes pendant les métamorphoses”. Trav. Lab. Rech. Biol., 1925.
  36. “Relaciones entre los ojos de las orugas y los de las mariposas”. Rev. Esp. Entomología, 1926.
  37. “La histogénesis en los centros nerviosos de los insectos durante la metamorfosis”. Arch. Neurobiol., 1926.
  38. “Estilizaciones prehistóricas conservadas en utensilios usados en los tiempos actuales”. Ac. y Mem. Soc. Esp. Antrop. Etn. y Prehist., 1926.
  39. “Consideraciones preliminares sobre los materiales recogidos por el P. César Morçan, agustino, en el dolmen de Castro-Enríquez (Salamanca)”. Ac. y Mem. Soc. Esp. Antrop. Etn. y Prehist., 1927.
  40. “Les agents histolysants du système nerveux des insectes”. Trav. Lab. Rech. Biol., 1927-1928.
  41. “Breve bosquejo de la labor científica del Dr. D. Santiago Ramón y Cajal sobre investigación biológica”. Bol. Comité Esp. Unión Internac. Ciencias Biológicas, 1928.
  42. “Algunos cráneos procedentes de cavernas de las islas Calamianes (Filipinas)”. Ac. y Mem. Soc. Esp. Antrop. Etn. y Prehist., 1928.
  43. “Los agentes histolizantes del sistema nervioso de los insectos”. Arch. Neurobiol., 1929.
  44. ¡Salus tibi Magister!”. Bibliografía Médica Chirurgica, 1930. Artículo publicado con motivo del LXXVIII aniversario de Cajal.
  45. “Don Manuel Antón Ferrándiz. Nota necrobiográfica. El Instituto de Málaga”. Revista mensual de Segunda Enseñanza.
  46. “El Excmo. Sr. D. Manuel Antón Ferrándiz. Nota biográfica”. Ac. y Mem. Soc. Esp. Antrop. Etn. y Prehist., 1931.
  47. Les agents histolysants du système nerveux dans la queue des têtards. Trav. Lab. Rech. Biol., 1931.
  48. ”Dos nuevos tipos de máquinas neumáticas y algunas consideraciones sobre el vacío”. Axioma, órgano del la Fed. Nac. de Ingenieros, 1932.
  49. “El cerebro de una mujer microcéfala muerta en el Manicomio de Ciempozuelos”. Ac. y Mem. Soc. Esp. Antrop. Etn. y Prehist., 1930.
  50. Contribution à la connaissance de la structure des corps fungiformes (calices) et de leurs pédicules chez la blatte (Stylopyga Blata orientalis L.)”. Trav. Lab. Rech. Biol., 1933.
  51. “Algunas consideraciones sobre las causas y el mecanismo de la histólisis del sistema nervioso”. Arch. Neurobiol., 1934.
  52. Contribution à l’étude de l’origine et de l’évolution des certaines types de névroglie chez les insectes”. Trav. Lab. Rech. Biol., 1935.
  53. “Cajal”. Discurso leído en la sesión necrológica celebrada el 14 de mayo de 1935 por la Soc. Esp. Antrop. Etnograf. y Prehist. en memoria de su Presidente honorario, Excmo. Sr. D. Santiago Ramón y Cajal. Madrid, 1936.
  54. “Une cellule géante trouvée dans le lobe cérébral des abeilles”. Trav. Lab. Rech. Biol., 1936-37.
  55. Sur le centre antenno-moteur ou antennaire postérieur de l’abeille”. Trav. Lab. Rech. Biol., 1936-37.
  56. “Datos para el conocimiento de la estructura de los cuerpos fungiformes (cálices y sus pedículos en la cucaracha Stylopyga Blatta orientalis L.)”. Arch. Neurobiol., 1937.
  57. Contribution à la connaissance des centres nerveux des insectes. Nouveaux apports sus la structure du cerveau d’abeilles (Apis melifica)”. Trab. del Instituto Cajal, 1940 y 1941.
  58. “Contribuciones para la investigación biológica. Primera parte : Los tropismos, los reflejos y los instintos. Su génesis y su realización”. Trab. del Inst. Cajal, 1943.
  59. “Contribuciones para la investigación biológica. Segunda parte : Los desplazamientos de los animales. Emigraciones”. Trab. del Inst. Cajal, 1944.
  60. “Contribuciones para la investigación biológica. Tercera parte : Participación del sistema nervioso para la realización de los instintos”. Trab. del Inst. Cajal, 1945.
  61. S. RAMÓN Y CAJAL y DOMINGO SÁNCHEZ: “Contribución al conocimiento de los centros nerviosos de los insectos. I: Retina y centros ópticos”. Trab. Lab. Invest. Biol., 1915.
  62. S. RAMÓN Y CAJAL y DOMINGO SÁNCHEZ: “Sobre la estructura de los centros nerviosos de los insectos”. Rev. Chilena de Hist. Nat., 1921
  63. BARRAS DE ARAGÓN y DOMINGO SÁNCHEZ: “Informe relativo a los huesos, utensilios y otros materiales procedentes de Tabernes de Valldigna (Valencia)”. Ac. y Mem. Soc. Esp. Antrop. Etn. y Prehist., 1925.
  64. DOMINGO SÁNCHEZ y JORGE RAMÓN: “Curso breve de investigaciones biológicas realizado en el Laboratorio biológico marino de Málaga”. Bol. de Pescas, publicado por el Ins. Esp. Oceanográfico, 1926
  65. ÁNGEL SÁNCHEZ HERRERO y DOMINGO SÁNCHEZ: “Un nuevo sistema craniométrico ideado por ÁNGEL SÁNCHEZ HERRERO y dado a conocer por su padre, DOMINGO SÁNCHEZ Y SÁNCHEZ”. Actas y Mem. Soc. Esp. Antrop. Etn. y Prehist., 1931.

lunes, 20 de marzo de 2017

Reseña biográfica manuscrita de Don Domingo

El Instituto Cajal conserva en su archivo gran parte de los documentos que conforman el archivo personal de D. Domingo Sánchez, muchos de ellos aparecen referenciados y catalogados en el Legado Cajal.

Desde el Instituto Cajal nos han hecho llegar una copia de esta reseña biográfica de 12 páginas manuscritas, que D. Domingo escribió para D. Fernando de Castro, uno de los discípulos más jóvenes de D. Santiago Ramón y Cajal.

Transcripción del texto que escribió D. Domingo.

Para D. Fernando de Castro

Breve reseña biográfica del Dr. D. Domingo Sánchez y Sánchez

Nació el 1º de Noviembre de 1860 en Fuenteguinaldo, villa del partido judicial de Ciudad Rodrigo (Salamanca).

Hijo de labradores modestos, alternó durante mucho tiempo la asistencia a la escuela con las faenas de la agricultura y la guardería de ganados.

Contaba ya más de 15 años cuando principió sus estudios guiado por el entonces cura párroco de su pueblo, hombre meritísimo y ejemplar, y luego, por fallecimiento de éste, pasó como alumno interno al Seminario Conciliar de Ciudad Rodrigo. Cuando este centro se agregó al Instituto de Salamanca, incorporó sus estudios, continuando con carácter oficial, los del Bachillerato, trasladándose poco después a Ávila, donde terminó el Grado e hizo la reválida en junio de 1881 obteniendo , mediante oposición el premio extraordinario y el título de Honor.

Cursó en Madrid la carrera de Ciencias Naturales, que terminó en junio de 1885.

Ya en mayo de ese mismo año había sido nombrado Auxiliar Zoológico de la Comisión de la Flora de Filipinas, organismo afecto a la Inspección de Montes de aquel Archipiélago, nombramiento que aceptó a condición de no marchar a Ultramar hasta después de haber terminado la carrera.

Concediósele, en efecto, la prórroga necesaria y el 1º de agosto embarcó en Barcelona con rumbo a aquellas islas.Fue poco afortunado en aquel destino, puesto que por Real Decreto de 26 de febrero del año siguiente (1886) se suprimió aquella Comisión quedando él cesante.

Entonces se le comisionó para recolectar, ordenar y clasificar objetos de los que habían de figurar en la Exposición General de Filipinas que se celebró en Madrid en 1887.

Encargado de las colecciones zoológicas de dicha Exposición, vino a la Península y prestó servicios en la instalación, ordenación y catalogación de objetos mientras duró aquel certamen, habiendo sido agraciado entonces con la Encomienda de Número de Isabel la Católica libre de gastos.

Durante su estancia en Madrid con ese motivo, aprobó las asignaturas del Doctorado de su carrera de Ciencias.

Mientras tanto había sido creada en la misma Inspección de Montes de Filipinas, una plaza de Colector Zoológico, para cuyo cargo fue nombrado, y cuando la Exposición se dio por terminada, regresó a aquellas Islas llevando los premios adjudicados en aquel certamen a los expositores residentes en el Archipiélago.

A poco de su regreso fue comisionado para estudiar una enfermedad que amenazaba destruir las plantaciones de café y como resultado de aquel estudio publicó, con carácter oficial, en calidad de informe, un trabajo titulado: “Memoria sobre un insecto enemigo de los cafetos”, que mereció luego el primer premio en la Exposición Provincial de Batangas de 1891.

De regreso a Manila, poco después de terminada esa comisión, tuvo una erupción de viruelas hemorrágicas que puso en peligro su vida hasta el punto de que un periódico de la localidad publicó la noticia, afortunadamente falsa, de su fallecimiento.

Durante su permanencia en Filipinas (cerca de 14 años) recorrió gran parte del Archipiélago, visitando varios volcanes, descendiendo hasta el fondo del antiguo cráter del de Taal.

En una excursión permaneció más de ocho días en una ranchería de negritos de la falda oriental de la montaña de Mariveles y, a pesar de ser considerados como feroces y crueles enemigos de los cristianos, recibió de ellos todas las deferencias y consideraciones que permitía su estado salvaje, merced a lo cual pudo estudiar a su sabor sus usos, costumbres y creencias.

Explorando la isla de Paragua visitó varios destacamentos, misiones y rancherías. En una de éstas formada de tagbamias, próxima a la capital de la isla, donde permaneció poco tiempo cazando, saqueó los depósitos de cadáveres cogiendo cráneos, esqueletos y sarcófagos enteros. A pesar del sigilo con que se realizó el saqueo, el más horrendo de los delitos, aquellas pobres gentes debieron enterarse, pues en la misma noche en que aquel tuvo lugar, incendiaron la choza donde él se albergaba creyéndole dentro y dormido. Mas sospechando la venganza, habían abandonado cautelosamente él y sus servidores la ranchería.

En una de sus varias excursiones por la isla de Mindoro encontró, en los bosques del interior, a dos naturalistas americanos que se mostraron muy sorprendidos porque, según dijeron, era la primera vez que llegaba hasta donde ellos estaban cazando, un naturalista español. Esa manifestación le molestó algún tanto; pero procuró disimular y les respondió que algunas veces los españoles llegamos hasta donde lleguen los extranjeros.

Pocos días después en Calapán, capital de la isla, les expuso su propósito de realizar una excursión por el sur de ésta a un sitio poco explorado. Ellos dijeron que aquel propósito era irrealizable por lo peligroso tanto en el viaje por mar con los elementos de que él disponía, como en tierra por la calidad de las gentes con quienes había de tropezar. A pesar de esos antecedentes, la realizó y a su regreso se apresuró a verlos para participarles que la excursión había sido posible y resultado muy provechosa, con lo cual les demostraba que, en efecto, los españoles son o somos capaces de ir a donde vayan los demás.

Por cierto que, a los pocos días de emprender aquella excursión, circuló por Calapán la noticia de que había sido asesinado por los bandidos que se ocultaban en aquella isla un español, en una de las misiones por donde él había de pasar en su viaje y todos supusieron que fuera él la víctima, tanto que el párroco de aquella ciudad aplicó durante un mes la misa por la salvación de su alma. Mas tampoco esta vez resultó cierta la noticia de su muerte. No fue él la víctima de los bandidos, al contrario permaneció en los bosques del interior durante catorce días cazando acompañado por seis individuos de una cuadrilla de bandoleros con los cuales vivió en la mejor armonía.

Visitó también varias rancherías de igorrotes de las montañas del Norte de Luzón, en una de las cuales, la de Babili, situada en la falda oriental del monte Datá, cuyos habitantes son considerados, con razón, como unos de los más feroces y sanguinarios, logrando que le enseñasen ellos mismos los depósitos de sus cadáveres insepultos, depósitos que saqueo una noche extrayendo ocho cráneos. Y como esa violación se consideraba por ellos como el mayor de los delitos, hubo de abandonar rápidamente la localidad bajo un fútil pretexto, poniendo tierra de por medio para evitar el grave peligro que corría su vida.

En sus cacerías por aquel Archipiélago logró reunir ricas colecciones zoológicas en las que figuraban la mayoría de las especies hasta entonces conocidas de aquella región y bastantes nuevas. Entre los ejemplares más notables recogidos  por él merecen citarse varios tamaraos (búfalos salvajes muy bravos y peligrosos, exclusivos de la isla de Mindoro); una serpiente pitón de más de ocho metros de larga; algunas pieles y esqueletos de orangután y otros muchos. Parte de aquellas colecciones se conservan en los Museos de Ciencias Naturales y de Antropología de Madrid y el resto fue destruido por el horroroso incendio producido en Manila en la noche del 28 de septiembre de 1897.

Fue durante muchos años Vocal Naturalista de la Junta Provincial de Pesca de Manila; Profesor de la Escuela de Artes y Oficios de la misma ciudad, y durante la última guerra colonial fue Teniente de la Guerrilla de Voluntarios de San Miguel, formada en Manila con personal adscrito a la Dirección de Administración Civil.

En 1896 vino a la Península con licencia durante la cual presentó en la Universidad Central, para aspirar al grado de Doctor, una memoria original titulada: “Los Mamíferos de Filipinas”, que mereció la calificación de Sobresaliente y se publicó en los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural en los años 1898 y 1900.

Entonces ratificó el matrimonio que había contraído por poder en diciembre de 1892, regresando de nuevo a Filipinas en diciembre de 1896, cuando ya se había declarado la última insurrección de los indígenas, acompañado de su esposa y la única hermana que ésta tenía.

Dos años antes (en 1894), con propósito de fundamentar con más solidez sus estudios de Antropología, se matriculó oficialmente en la Universidad de Manila, en el primer curso de Medicina, tomando tal afición a esos estudios que decidió continuarlos, como lo hizo en efecto, cursando allí los tres primeros años y parte del cuarto. Mas ocurrida entonces (1897) la pérdida de las colonias, hubo de ser repatriado, como los demás elementos oficiales residentes en aquel Archipiélago, embarcando en Manila el 17 de enero de 1898 y desembarcando en Barcelona el 13 de febrero del mismo año.

Ya de regreso en España, acomodó a la familia (esposa, hija y hermana) en su pueblo natal y él se trasladó a Madrid para continuar la carrera de Medicina y prepararse para cuando hubiese oposiciones a plazas de su carrera de Ciencias.

En efecto, el año siguiente (en mayo de 1899) obtuvo por oposición una plaza de Ayudante del Museo de Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias, siendo destinado a las asignaturas de Zoología.

Hallándose entonces vacante la cátedra de Anatomía Comparada (denominada luego de Organofrafía y Fisiología animal) de la Universidad Central, dedicó preferente atención a esos estudios, con cuyo objeto procuró acercarse al Doctor Cajal para recibir sus enseñanzas de Histología, logrando autorización para asistir a su laboratorio de Histología normal y Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina, donde completó sus conocimientos de Técnica y aumentó copiosamente los de Anatomía Comparada.

El año siguiente (el 2 de julio de 1900) se licenció en Medicina obteniendo la calificación de Sobresaliente.

En el curso 1900 a 1901 aprobó las asignaturas del Doctorado de Medicina mientras continuaba su preparación para las oposiciones a la cátedra de Organografía y Fisiología animal, que se celebraron en los primeros meses del año 1902, no alcanzando votos suficientes para ser propuesto en primer lugar.

A poco de haber terminado aquellas oposiciones era nombrado Auxiliar honorario del Laboratorio de Fisiología de la Facultad de Medicina y por entonces también el sabio maestro Doctor Cajal le ofreció un puesto en su Laboratorio de Investigaciones Biológicas, donde, según expresión del ilustre sabio, “pudiera trabajar con más holgura y comodidad” que en el de Histología de San Carlos.

En junio del mismo año (1902) presentó, para aspirar al grado de Doctor en Medicina, una memoria original titulada: “Concepto fundamental de la menstruación”, donde desarrollaba una nueva teoría sobre esa función, que mereció de la benevolencia del tribunal la calificación de Sobresaliente y fue después publicada en La Correspondencia Médica en los años 1904 y 1905.

Su familia había continuado en el pueblo, a donde él iba durante las vacaciones; mas al principiar el curso siguiente (en octubre de 1902) se trasladó aquella a Madrid, donde han seguido residiendo luego definitivamente.

El mismo año de 1902 fue nombrado Conservador del Museo de Ciencias Naturales y pasó a ser Auxiliar de ka Facultad de Ciencias, siendo destinado a las cátedras de Zoografía, Psicología experimental y Antropología, quedando después adscrito a esta última como Auxiliar y al Museo Antropológico como Conservador, en cuyos cargos continuó hasta su jubilación (en 1931).

En enero de 1905 fue nombrado Profesor numerario de la Escuela Superior de Artes y Oficios de Madrid y cuando se dividieron esos estudios en dos grupos distintos e independientes, uno que siguió llamándose de Artes y Oficios y el otro de Industrial, quedó adscrito a la que llevó el nombre de Escuela Industrial, que luego se denominó Escuela Superior de Trabajo, en la que continuó prestando servicios como Profesor hasta su jubilación en 1931.

Al organizar el Dr. Cajal su laboratorio de Investigaciones Biológicas le honró nombrándole (en enero de 1907) Ayudante Dibujante de dicho centro, con cuyo cargo pasó al Instituto Cajal creado por la Ley de Presupuestos que principió a regir en 1º de abril de 1920. En este centro ha tenido y sigue teniendo a su cargo los estudios relativos a la Neurología de Invertebrados. A pesar de haber cumplido la edad reglamentaria para la jubilación, ha continuado y continua desempeñando oficialmente cargo en dicho centro, a petición del sabio maestro, en virtud de Orden Ministerial dictada mediante acuerdo del Consejo de Ministros.

Al fallecimiento del Dr. Cajal y como  consecuencia de la adaptación del personal del referido Instituto, pasó a ocupar la plaza de Ayudante primero y Subdirector del mismo. Y últimamente, con motivo de la creación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la consiguiente reorganización de servicios, fue nombrado Profesor Adjunto del Instituto “Santiago Ramón y Cajal”, dependiente del Patronato del mismo nombre, siguiendo encargado de los mismos estudios.

Fue durante dos cursos (1914 a 1915 y 1915 a 1916) Profesor de Antropología Criminal del Instituto Español Criminológico, dando al final del primero (el 23 de abril de 1915) en la Facultad de Derecho de la Universidad Central una Conferencia resumen de aquel curso que se publicó luego, en 1916, en la Revista de Medicina y Cirugía Prácticas.

Es miembro de la Real Sociedad Española de Historia Natural (desde 1885); fundador de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria de la que fue primero Bibliotecario y luego Secretario hasta fines de 1934, en que a causa de una dolorosa desgracia de familia, hubo de dimitir tan honroso cargo, teniendo la satisfacción de haber sido honrado con el nombramiento de Secretario a perpetuidad de dicho organismo. Fue durante varios años miembro de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias y perteneció como fundador a la Sociedad Española de Biología, cuya secretaría desempeñó algún tiempo.

Vocal del Comité Español de la Unión Internacional de Ciencias Biológicas, dependiente del Consejo Internacional de Investigaciones y Vicepresidente de la Subcomisión de Biología y Fisiología General de dicho Comité.

Sus principales publicaciones son las siguientes: